Indignados del Mundo, ¡Uníos! III. Asamblea Global Constituyente

Ayer estaba muy triste. Estuve viendo los borradores de peticiones y medidas que reclama la Asamblea y me encontré con que la gran propuesta es “una reforma al sistema electoral”. Para eso pidamos un vaso de agua y vámonos pa’la casa.

Había otros muy tristes como yo: la Asamblea ya se pone fecha de caducidad; la posmodernidad con su desencanto se apodera de las utopías; seguimos pidiendo el favor de no fumar porros y no traer perros a la acampada en vez de estar pensando de qué manera hacer posible ese otro mundo que es posible.

Hoy empiezan los desalojos a manos de los Mossos, de lejos la policía autonómica más entrenada en represión civil. A las siete todos con flores en todas las acampadas: fuerza a todos los acampados en Catalunya. En estos días se decide si dejamos hasta aquí lo que hemos conseguido. Todos los pueblos, el pueblo.

Hemos conseguido hacer inútil el postulado de una supuesta “democracia delegataria y representativa” mediante el ejercicio exitoso de las Asambleas, demostrando que es posible y factible una “democracia deliberativa, abierta y, sobre todo, real”.

Hemos conseguido superar el sistema de Partidos y de representación sindical, creando una estructura autónoma, autosuficiente, y férreamente desmarcada de estas instituciones, en cuanto son funcionales al modelo que se pretende cambiar, demostrando que no necesitamos que nadie hable en nuestro nombre.

Hemos conseguido rebasar las potestades del sistema Parlamentario, ya bastante limitadas por las entidades supranancionales que se empoderaron de sus funciones originales, consolidando un auténtico Parlamento Popular, con autonomía deliberativa, infraestructura física, y responsabilidad colectiva.

Hemos conseguido minimizar las funciones del aparato coactivo del Estado rompiendo el monopolio de la “violencia legítima”, mediante la aplicación de un modelo de autocontrol y autocrítica del movimiento, ejerciendo una contraposición de “resistencia civil pacífica legítima”.

Hemos conseguido rebasar los filtros del cuarto poder, alineados con las corporaciones e intereses político-económicos, desmarcándonos de los medios tradicionales de comunicación que informan a conveniencia lo que se debe o no saber y de qué manera, consolidando un sistema de comunicación en tiempo real que funciona al margen de sus potestades.

Si hemos llegado hasta aquí, ahora permitámonos la licencia de soñar: someto a votación de la Asamblea convocar Asamblea Constituyente de carácter Global.

Hubo un tiempo en que la Iglesia y Estado fueron la misma cosa, y hoy nos parece absurdo porque hubo quienes separaron el Reino-de-dios del Reino-de-éste-mundo. Quiero contarles a mis hijos y a mis nietos, que también hubo un tiempo en que las Corporaciones y el Estado fueron la misma cosa, y que en esta lucha conseguimos separar la ética del tener mucho, de la ética del ser bueno, y nunca más los ricos tuvieron poder para decidir sobre las vidas de los hombres y mujeres de buen corazón.

Quiero creer que es posible una constitución popular, discutida en Asamblea, surgida desde los barrios y los pueblos, consensuada entre todos, que recoja los reclamos de todas las voces de los que nunca han sido escuchados, en todos los lugares del planeta.

Quiero creer que seremos nosotros, los de abajo, los sin-poder y sin-fortuna, quienes estableceremos los mecanismos y los límites de la globalización.

Quiero pensar que hemos conseguido operativizar un romántico texto de Derechos Universales del Ciudadano en un práctico, vinculante, y unánime texto constitucional de carácter global.

Quiero ver que hemos acabado con la dependencia y avanzamos hacia una verdadera igualdad de oportunidades porque hemos llegado a entender que es la clase político-corporativa quien necesita las fronteras para mantener sus respectivos poderes y riquezas, basado en un mundo esquizoide desigual y desequilibrado.

Quiero creer que todos los acampados de todo el mundo en discusión y deliberación superamos la fuerza de los mercaderes de la guerra imponiendo democracias funcionales a la producción de riqueza acaparada, que no acumulada.

Quiero soñar en que hubo un tiempo en que nos pusimos todos al tiempo a pensar en lo mismo… y existió por primera vez algo que podía ser llamado humanidad.

Quiero una Asamblea Popular Constituyente Global. Hoy ya no estoy triste, y agradezco a la frustración su poder para hacerme soñar.

Los quiero mucho a todos. Alegría y resistencia.

PD. Agradecería enormemente a cualquier alma que pudiera leer esta propuesta en cuaquier Asamblea del Mundo.

1 comentario:

  1. Uf, no he podido ir a la mani, pero he estado esta mañana, después de los altercados, había un montón de gente con heridas, gente llorando...
    La gente tenía MIEDO. Incluso yo que no he estado en el momento más agresivo tenía miedo porque podían cargar en cualquier momento. Y ellos llevan chaleco antibalas pero son ellos los que llevan las pistolas! Ha sido muy frustrante, pero en parte también bonito porque la gente sigue unida, y cada minuto somos más indignados y es que viendo las imágenes no puedes hacer otra cosa que indignarte.

    De hecho creo que he pasado en 4 días de resignada (de yo ya tengo bastante con lo mío) a INDIGNADÍSIMA.

    Barcelona es nuestra casa! No seamos hipócritas de tener la cara maquillada y con una sonrisa para los turistas y para el fútbol (=DINERO) mientras tenemos un cancer por dentro que nos está matando!

    Un abrazo!

    Sonia

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