Comulgando con el diablo




Santos puntea en las encuestas y esto es complicadísimo de explicar por fuera de la lógica cultural colombiana. Cuando el Estado se ha convertido en agente homicida de la población civil, no se puede entender que el responsable político sea favorito en las siguientes campañas presidenciales. Hasta que no haya verdad y reparación en el caso de los falsos positivos, no podemos permitir que quien dirigiera el ministerio de defensa avance en su carrera política, escaqueándose de los mecanismos de rendición de cuentas.

Son varios los casos por los que el ex ministro tendría que responder. Estamos hablando de chuzadas ilegales y espionaje de políticos, periodistas y jueces, penetración del paramilitarismo en el servicio secreto del Estado, venta de informes secretos, disposición de territorio nacional para intereses de Estados Unidos, inversión de cuantiosas sumas en material de guerra, e inexplicables pérdidas de armamento en el DAS. Pero apelo sólo a uno, en mi opinión el más aberrante de todos procesos por el que debe responder: los falsos positivos.

Lo que hay de por medio es la vida de más de un millar y medio de personas. Víctimas del Estado. Ejecuciones extrajudiciales premeditadas tintadas de limpieza social. Una operación pensada para el reclutamiento masivo de jóvenes de estratos bajos, despliegue de personal y recursos para acometer el engaño, traslado de las víctimas a otra región, ejecuciones sumarias contra persona protegida por el sistema penal, enterramiento en fosas comunes. Y finalmente, evasión de las responsabilidades políticas.

Porque existen las responsabilidades de los actores materiales, quienes consumaron el hecho. Existe también la responsabilidad de los actores intelectuales, que a saber cuándo nos enteraremos de la verdad. Pero el país olvida que existen también responsabilidades políticas. Eso es el sustento de la democracia real, los mandatarios son responsables de las decisiones políticas que toman, así como de las consecuencias de estas, y la forma cómo se manejó el sistema de incentivos y recompensas en las Fuerzas Armadas es de facto una decisión política.

Nuestra cultura política se basa en la lógica del mal menor y en la figura del caudillo. Santos encarna la primera y ahora se presenta como el legatario del guía. Confío en la inteligencia y la crítica del electorado, pero de escoger a un tipo como Santos estaremos comulgando con el diablo.




2 comentarios:

  1. Entonces que señor Sánchez, sabe que es lo que se me ocurre que puede explicar un poco la cultura del voto de nosotros los colombianos, dos cosas, es que las personas que están fuera del país, tiene una forma objetiva de ver la situación que ocurre en nuestro país y la otra pues es que las personas que están bajo el territorio tiene una forma de ver las cosas muy subjetiva. Porque se puede dar esta subjetividad? Yo creo que es porque después de que nos han metido el miedo en las venas durante más de 40 años todos los días, pues es el tener resultados positivos y en teoría unos grupos armados al margen de la ley casi debilitados hace que veamos lo de los falso positivos como una gran putada, pero a los pocos días y como ha ocurrido durante esos más de 40 años no tenemos memoria, somos unos crack para olvidar.
    Además otra cosa que puede estar mezclada en este hecho, es que como vimos en el reportaje, los falsos positivos se dieron en gente pobre y aquí entra lo de la limpieza social que menciona usted. Hay quienes dicen que la mejor forma de acabar con los pobres es eliminándolos y eso se ha dado en Colombia durante esos más de 40 años y no solo por parte del estado, se han presentado muchas bajas por parte de los demás actores armados en la población civil.
    Un amigo mío me dijo una cosa muy cierta un día y es que la justicia es tan injusta porque es hecha por nosotros los seres humanos y no somos perfectos y aparte de esa imperfección buscamos nuestro propio beneficio. En España se ha maniatado al señor Baltasar Garzón por investigar crímenes que bajo el amparo de la ley española ya están podemos decir que perdonados. Perdonados por los que hacen esas leyes. Tal vez sería bueno que ante nuestra ceguedad un comité de justica internacional imparcial y objetivo hiciera las pertinentes investigaciones que nosotros no podemos hacer ya sea por nuestra propia ineficacia o porque nuestras leyes no nos dejan operar.
    Lo que si tengo yo muy claro y espero que así lo tenga por lo menos otra persona, porque si no, pienso que estoy equivocado y tal vez todo lo que escribí hasta ahora está mal, es que alguien o algunos deben pagar por los falsos positivos, esos alguien o algunos los deben encontrar, lo que no se puede hacer es que paguen las victimas y el muerto al hoyo y pa ustedes un mercado y hacemos como si nada hubiera pasado.
    Gracias señor Sánchez, un saludo.

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  2. Colombia, como lo dirían Alfredo Molado y otros investigadores, tiene una cultura mafiosa que se ha mantenido hasta ahora. Muestra de ello, es la gran influencia del paramilitarismo en la política y de sus nefastas consencuencias en materia de construcción de Estado. Los últimos fenómenos electorales obedecen a la intensificación de las lógicas mafiosas en torno al uso de la política como mecanismo de infiltración social, muy diferente a la violencia del narcotráfico de los años 80's pero más eficaz en materia de coptación del poder. Juan Manuel Santos no es más que otra ficha del engranaje, un continuador de las lógicas mafioso-paramilitares y de las políticas uribistas. Esperemos que las numerosas víctimas de la violencia salgan a votar y derroten este peligroso modelo.

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